El mundo moderno se ha encargado de despertar un interés masivo en promover movimientos de conciencia ecológica, donde las actividades cotidianas del ser humano están basadas en la preservación de nuestro entorno y de un medio natural cada vez más propenso a cambios. Esta transición hacia el entendimiento de ser completamente dependientes de la naturaleza, se ha visto reflejada en áreas tan diversas como el transporte, la arquitectura, y por supuesto, la moda y el universo textil con telas amigables con el medio ambiente.
Hablemos de telas amigables con la naturaleza: Telas orgánicas
Las telas orgánicas son elementos basados en fibras y materias renovables. Estas, además de tener un bajo impacto en el planeta, cuentan con los requisitos necesarios para garantizar su seguridad y duración. Protegen al usuario de distintos riesgos, y ofrecen ventajas sobre la optimización de los recursos naturales y el ahorro durante sus distintos procesos de producción. Estas telas, provenientes de materiales biológicos, cuentan con una emisión reducida de gases. Este aspecto las convierte en alternativas resistentes al fuego con acabados especiales para favorecer la transpiración natural.
Innovación en las telas ecológicas
Otra de las innovaciones recientes en el mercado de telas ecológicas se encuentra en el desarrollo de fibras de poliéster generadas a partir del reciclaje de botellas de agua, aceite, bebidas gaseosas y materiales de desechos industriales, que sumados a colorantes, pigmentaciones, e insumos de algodón, dan como resultado tejidos índigo, denim, dril y poliéster de alta resistencia, que brindan bienestar a los consumidores con funciones adicionales como la protección a los rayos uv, retardantes al fuego, y partículas que protegen contra la suciedad y el mal olor.
Una de las exhibiciones más notorias de estos mecanismos de reciclaje textil estuvo a cargo de la marca deportiva Nike durante la más reciente edición de los Juegos Olímpicos en Londres, Inglaterra, donde sus federaciones vistieron uniformes confeccionados con telas equivalentes a dos botellas de plástico reciclable por cada traje individual, convertidas en copos a partir de los cuales se produjo su hilo. La posterior tintura de estos tejidos utilizó únicamente un litro de agua. Mientras que, en circunstancias normales, la tinturación normal de un kilo de textil consume una cantidad aproximada de 100 a 150 litros del líquido.
Con este motivo
Lafayette ha implementado las últimas tecnologías en renovación de insumos a través de Lafgreen. Junto a textiles inteligentes para usos múltiples y características de transporte de humedad, sistema anti bacterial, protección solar, repelente e impermeabilidad. Seguimos entregando soluciones prácticas que otorgan un valor agregado e innovador a sus productos.
Por esa razón, hemos escogido junio como el mes del medio ambiente Uni for me by Lafayette.
Imágenes Vía: Thinkstock