Desde el 2005, cada 14 de noviembre el mundo celebra el desarrollo tecnológico y los inventos que han mejorado la vida del ser humano, en otras palabras, la usabilidad. Llamado así por la Usability Professionals Association, creada para apoyar a aquellos que desarrollan, diseñan y evalúan las experiencias que tienen las personas con productos y servicios.
Imagina por un segundo un mundo sin la tecnología. ¿Sería difícil, no? Nos faltarían muchísimas comodidades de las que hoy en día podemos gozar. ¿Dónde dormiríamos?, ¿Cómo nos comunicaríamos? y ¿Cómo nos vestiríamos?
La tela es el resultado de un desarrollo tecnológico que ha facilitado la vida del hombre. No solamente nos cubre la piel para protegernos de las inclementes temperaturas de la naturaleza. Esta también nos da la comodidad y la originalidad en la forma de vernos. En otras palabras, una identidad.
Historia de las telas y el término ‘Usabilidad’
Todo comenzó en el antiguo Egipto. Allí se descubrió que los productos naturales como el algodón y la seda podían ser usados para confeccionar vestidos. Desde ese momento estas fibras se emplearon para crear los trajes de faraones y príncipes que gobernaban aquel imperio.
Este proceso ancestral cambió en el siglo XX con la revolución industrial. Las fábricas tenían que producir masivamente piezas textiles y no podían abastecerse de suficiente algodón, ya que los cultivos no tenían la velocidad de producción que las fábricas demandaban en aquella época.
Fue entonces cuando un grupo de científicos en Inglaterra, descubrió la forma de obtener un polímero que simulaba la textura y las funciones de la tela hecha con fibras naturales, a este material lo llamaron poliéster. Revolucionó la industria textil, ya que su desarrollo permitió que las prendas adquirieran características que hacen la vida del ser humano cada día más fácil. Gracias a este material, podemos encontrar ropa elástica, que no se arruga, que no da calor y que es fácil de lavar.
Este avance tecnológico ha permitido que obreros, médicos, enfermeros, científicos, azafatas, pilotos, camareros y oficinistas puedan desempeñar su labor cómodamente. El desarrollo en tecnología para uniformes ahora protege al trabajador de las múltiples condiciones laborales y climáticas a las que se expone. Fluidos calientes, químicos peligrosos, el calor, la humedad, el frío, entre otros.
En ese sentido
Los uniformes revolucionaron la industria en general, pues las empresas que se consolidaron en el siglo pasado tuvieron que pensar en la forma de dominar a su competencia. Para ello tenían que hallar una forma de diferenciarse de las otras compañías, y al mismo tiempo, vender su producto o servicio.
Los uniformes fueron la solución que permitió que las empresas fortalecieran su identidad corporativa, pero poco después se buscaba suplir otra necesidad aparte de esta. Ahora debían ofrecer comodidad a sus usuarios y al mismo tiempo reemplazar las escasas fibras naturales.
Gracias al desarrollo de la industria textil, los uniformes se han convertido en una herramienta que permite que la empresa comunique seriedad y confianza a su público y al mismo tiempo ofrezca comodidad a sus empleados.
Es por eso que celebramos la usabilidad, porque gracias al avance en la industrial textil, se han beneficiado a millones de empleados en el mundo y ahora su vida se hace más fácil y cómoda.
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